Navegar por los Senderos

Bien queremos navegar al viento
en el mar de las tempestades,
sin velas ni un timón ni llaves
disfrutando el deseo del momento,
en busca de un abrazo prohibido
dónde descansa el caos dormido,
que lleva hasta la flor del tiempo
del anhelo y de los sentimientos,
recorriendo los dulces senderos
ocultos entre tu piel y mi pelo,
al dulce vaivén del desconsuelo
dónde los sueños se hacen realidad
y tu realidad tan sólo es mi sueño.

Imagen de http://www.albertoescobar.com/mujerdelamar.jpg