Sofía

Sofía,
contigo es imposible
mantener la cabeza fría,
las manos quietas,
la cabeza vacía...

Primero fuiste una sonrisa,
una mirada que atraía,
me rodeabas sin prisas,
y pasado un momento,
hiciste un par de gestos
previos a los besos.

Segundo fuiste unas palabras
(aunque apenas las recuerdo)
con la música muy alta,
unos susurros al oído,
un aliento al que me arrimo
dejándome arrastrar.

Y después…
después fuiste un sabor,
unos labios, un olor,
unas manos, un corazón,
un cuerpo y el alcohol,
una cerveza, un rumor,
un instante que apenas duró.

Y mientras ese instante duró,
yo sólo fui un ladrón
intentando robar todos
los besos que podía,
por si acaso mañana
la noche se vuelve fría,
por si acaso mañana
se termina esta utopía,
por si acaso mañana
ya no te veo, Sofía.

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