Últimos días del año

Anoche, muy tarde, a raíz de un comentario mío un amigo me decía que la Navidad, a pesar de ese afán consumista del que tanto hablan, ablandaba el corazón de las personas. Supongo que me decía esto al comprobar algunas de las cosas que se me pasan por la cabeza. Tal vez tenga razón, pero creo que no era el caso.

Muchas personas tienen estos días un aire distinto, que se echa en falta durante el resto del año y la verdad, es algo que no entiendo demasiado. En mi caso, seguramente sí que estoy un poco distinto, pero seguro que la causa de todo no es la Navidad ni nada que se le parezca remotamente.

Más allá de todo esto, durantes estos días mucha gente no para de pedirme ayuda para sus blogs (algo que agradezco de veras, por la confianza que depositan en mi), el contador de visitas ha superado las 20.000 (quién lo iba a decir), se suceden las cenas con buenas compañías (esta noche cumpleaños de Álvaro y Ruth, felicidades a los dos), me da por escribir poesía (en un par de días he empezado cuatro) y se acerca el final del año.

Un fin de año en el que todavía no sé lo que haré ni dónde acabaré, aunque esto es algo que me importa relativamente poco. Lo importante es que (creo que) llego al final del 2006 en uno de los mejores momentos de los últimos 12 meses. Y eso no tiene desperdicio.

Imagen: Últimes avines de Quico Melero