viernes, febrero 19, 2010

Un dedo vale más que mil palabras

Lo ví y no me lo podía creer. Casi tuve que frotarme los ojos para asegurarme de que lo que veía era cierto y no se trataba de ningún hábil montaje ni del trabajo de un cómico inspirado. La imagen del dedo de Aznar era incontestable. En esa peineta, en ese gesto sencillo dedicado a unos estudiantes que le increpaban a la salida de una conferencia nos veíamos reflejados todos. La imagen me traía el recuerdo de un patio de colegio, en el que algún niño le dedicaba a otro un gesto similar al del ex-presidente del Gobierno, pero con la diferencia de que entonces éramos unos chavales y, en fin... ya saben, cosas de niños.
Ese dedo solitario apuntando hacia arriba era el resumen de lo que piensa el Partido Popular sobre los que piensan o opinan de forma distinta a ellos. La imagen se completa con una sonrisa que no tiene precio. Parece estar diciendo: "Gritad, protestad lo que queráis, que a mi me la sopla. Yo voy a lo mío, que os den".
Estoy seguro de que aquellos estudiantes también se habían excedido en las formas y quizás en las protestas contra Aznar. Le habían llamado "asesino", le había increpado, le habían interrumpido varias veces durante su conferencia... y todo por culpa de una maldita guerra, la de Irak. Una guerra injusta que desde sus inicios se ha cobrado alrededor de un millón de muertes, la mayoría de las cuáles son de civiles. Una guerra por la que todavía estamos esperando que alguien nos diga: "lo sentimos, nos equivocamos, fue un error, la invasión no estaba justificada".
En nuestro caso, ese alguien debería ser Aznar. En lugar de ello, todos los que pensamos como esos estudiantes (aunque no nos excedemos tanto en las formas) lo único que recibimos por respuesta a día de hoy es un dedo apuntando al cielo que nos recuerda lo que significa el ejercicio de la responsabilidad para el ex-presidente. Y lo peor es que no veo a nadie de su partido criticando el gesto. Sobran las palabras.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Lo de este personaje, ese que se esconde tras un bigote, es incalificable.
España tiene lo que se merece enfrente: el no contra todo, cuanto peor mejor, váyase Sr.,......, que nosotros somos la solución, etc, etc, etc,
Es seguro _así lo espero_, que la Historia no se reescribirá con los renglones torcidos; es seguro también, que para entonces ya sea tarde.
Fortuna.

12:21 p. m., febrero 20, 2010  
Anonymous Anónimo said...

Gracies per intiresnuyu iformatsiyu

5:18 a. m., febrero 24, 2010  

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