Un Poco de Señales

Nuestro entorno está lleno de señales. En telecomunicaciones, éstas pueden dividirse en varios tipos, según la clasificación que utilicemos. Así, pueden extraerse multitud de datos y características que nos permiten describirlas en función de múltiples parámetros.

Una clasificación sencilla, pero importante, es la clasificación y diferenciación entre señales analógicas o continuas y digitales o discretas. Ya avanzo que vivimos en un mundo analógico dominado por las tecnologías digitales, pues resulta más sencillo trabajar con éstas, además de permitir mayores posibilidades de desarrollo.

Una variable analógica es aquella que puede tener cualquier valor contínuo en función de algún parámetro determinado. Por ejemplo, el nivel de mi voz es una variable analógica, ya que posee un valor continuo que toma cualquier valor posible en un intervalo determinado. Si representamos (construimos la señal) esta variable, podríamos obtener una curva como la de la figura, que varía de forma contínua en función (por ejemplo) del tiempo.

Sin embargo, en un entorno digital o discreto, existen unos valores o niveles predeterminados para representar nuestra señal. Esto significa que para discretizar una señal, cada cierto intervalo de tiempo, tomamos una muestra y le asignamos un valor de amplitud (que será uno de los valores predeterminados que tenemos). En este proceso, se produce una pérdida de información respecto a la señal original. Que perdamos más o menos información dependerá, por una parte, del valor del tiempo entre muestras (mejor cuánto más pequeño) y del rango y resolución de los valores escogidos para representar la señal (cuántos más valores y más cercanos a los de la señal original, mejor). Obtendríamos algo similar a lo que puede verse en la figura.

Sin embargo, ésta pérdida de información tiene sentido ya que las ventajas del proceso merecen la pena. La señal resultante se parece más o menos a la original y además tiene un conjunto finito de valores de amplitud, es más sencilla de procesar, puede ser tratada fácilmente, etc. Sus niveles de amplitud pueden ser fácilmente almacenados en una memoria para posteriormente trabajar con la señal cuándo lo deseemos. Podemos ecualizarla, modularla, comprimirla, encriptarla, amplificarla, filtrarla, codificarla, o simplemente transmitirla a través del canal que consideremos oportuno.