miércoles, septiembre 20, 2006

Cerro de Reyes

Juan Carlos Rodríguez Ibarra anuncia su decisión de no volver a presentarse a las elecciones a la Junta de Extremadura. Se marcha, pues, uno de los presidentes autonómicos que más tiempo ha estado al frente de su gobierno autonómico y uno de los personajes de la política española que no dejaba a nadie indiferente, por su carisma y por su forma clara de decir las cosas. Cosas que muchas veces no nos gustaban demasiado.
Creo que es una buena noticia que Ibarra no opte a la reelección una vez más. Los procesos renovadores, dadas las circunstancias, son buenos y permiten una renovación no sólo de personas, sino también de ideas y de formas.
Personalmente, no me gustaban muchas de las cosas que Ibarra decía. Pero reconozco que siempre le he tenido cierta admiración y creo que ha sido (todavía es) un buen presidente para los extremeños y las extremeñas. Ha conseguido que el PSOE ganara 6 veces consecutivas las elecciones autonómicas (5 de ellas con mayoría absoluta) y creo que si algo bueno tiene este hombre, es que es incansable. Casi parece que Extremadura hubiera sido socialista desde siempre. Pero no es así, no fue así...
Hubo un tiempo, casi próximo, en el que Extremadura no existía. O exístia sólo para unos pocos, que iban a sus despobladas tierras a cazar, que para eso eran suyas y no tenían que dar explicaciones a nadie. Eran años de vergüenza y pena. Mis abuelos, que son extremeños, vivieron con crudeza aquellos años, tan cercanos, de señoritos y pueblos despoblados.
Fue gente cómo Ibarra la que permitió comenzar a cambiar cosas en Extremadura y en ése sentido sí que creo que es un político admirable. En el libro "La Memoria Recuperada", de María Antonia Iglesias, hay un capítulo entero dedicado a Rodríguez Ibarra. Entre los muchos temas de los que se hablan en ése capítulo, hay una anécdota que siempre recuerdo bien.
Durante la noche de las elecciones generales del 82, Ibarra se encontraba cómo interventor recontando votos en Cerro de Reyes, un barrio de Badajoz. Se trata de un barrio humilde, pero en el que había mucha gente, habían cuatro mesas electorales de mil votos cada una. Era un barrio de mucho voto socialista en el que la derecha siempre había intentado dar "pucherazo" y en el que siempre había violencia el día de las elecciones, el día del recuento. En aquél recuento, era tal la avalancha de votos que tenía el PSOE, que un interventor de Fuerza Nueva hizo repetir el recuento seis o siete veces, de tal manera que el recuento concluyó a las 4 de la mañana. En las mesas, los socialistas obtenían entre el 96 y el 98 por ciento de los votos.
Creo que de ésa anécdota se extrae la idea fundamental de Rodríguez Ibarra, que no es otra que precisamente el trabajo incansable hasta el final. Su defensa de sus ideales es conocida por todos sobradamente y aunque muchas de sus ideas no son las mías, su ejemplo de trabajo sí que me parece admirable. En cuánto a las diferencias ideológicas con él, siempre he pensado que si yo fuera extremeño y socialista, tal vez mi forma de ver las cosas sea otra.
Precisamente ahí está una de las gracias del socialismo, en la defensa de la España plural, por eso un socialista extremeño es distinto a un socialista catalán, pero sin embargo, nuestros objetivos principales son los mismos: encontrar soluciones a los problemas de las personas y trabajar por una sociedad más justa, tal y cómo Ibarra ha hecho con Extremadura en estos más de 20 años.

2 Comments:

Blogger Pedro said...

Crec que Ibarra ha fet un flac favor a Espanya amb el seu nacionalisme radical extremeny. I tampoc ha fet cap favor als extremenys creant aquesta cultura de la subvenció, el que havia de fer era crear riquesa i treball, està molt bé que faci vivenda pública a punta pala (per alguna cosa Trujillo és la ministra de vivenda i ho fa com ho fa, perquè ara té menys diners que quan estava a Extremadura) i que tingui un superàvit fiscal que permet un ensenyament millor que el nostre, però el dèficit fiscal s'ha de reduïr perquè també hi ha pobres a Catalunya.
D'altra banda, vull recorda la metàfora d'Ibarra segons la qual els catalans som banquers i els extremenys jornalers i ens ho volem quedar tot. La realitat és que és la comunitat amb més funcionaris, un 10% dels treballadors.

6:16 p. m., septiembre 21, 2006  
Blogger Pedro said...

Crec que Ibarra ha fet un flac favor a Espanya amb el seu nacionalisme radical extremeny. I tampoc ha fet cap favor als extremenys creant aquesta cultura de la subvenció, el que havia de fer era crear riquesa i treball, està molt bé que faci vivenda pública a punta pala (per alguna cosa Trujillo és la ministra de vivenda i ho fa com ho fa, perquè ara té menys diners que quan estava a Extremadura) i que tingui un superàvit fiscal que permet un ensenyament millor que el nostre, però el dèficit fiscal s'ha de reduïr perquè també hi ha pobres a Catalunya.
D'altra banda, vull recorda la metàfora d'Ibarra segons la qual els catalans som banquers i els extremenys jornalers i ens ho volem quedar tot. La realitat és que és la comunitat amb més funcionaris, un 10% dels treballadors.

6:17 p. m., septiembre 21, 2006  

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