Puerta, una semana después

En los 8 días que han pasado desde que actualicé este espacio por última vez, Antonio Puerta, el joven jugador del Sevilla FC, se debatió entre la vida y la muerte, sufrió varios ataques cardíacos, conmocionó a propios y extraños y finalmente, cuándo su corazón dijo basta, murió.

Después fue enterrado y recordado en multitud de manifestaciones populares, ante un mundo, el del balón, que asistía perplejo al fallecimiento de un deportista de 22 años que dentro de unos meses iba a ser padre.

Prácticamente todo lo que se podía decir sobre Antonio Puerta y su muerte ya se debe haber dicho, basta con repasar blogs, medios digitales, prensa escrita y programas de televisión. Sin duda, los sucesos que giran alrededor de una muerte como ésta poseen la capacidad de provocar esas manifestaciones colectivas de sentimientos.

Es verdad, las tragedias hoy en día también se globalizan. Y el hecho de que la vida de una persona joven y sana se desvanezca de la forma en que vimos caer al jugador del Sevilla sobre el terreno de juego, da fe de la fragilidad en la que seguramente nos movemos a diario.

Tan sólo espero que, como decía un seguidor del Sevilla la misma tarde de la muerte de Puerta, "Antonio siga corriendo por la banda del cielo con la mirada puesta en los suyos". Desde aquí mi pésame a su familia y amigos. Descanse en paz.

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