Los Cachorros

O la historia de aquél que en lugar de tratar de seguir con su vida se queda acomplejado e intenta regularmente demostrarse a si mismo que es poseedor de la razón, tal vez buscar excusas de algo que no acierta a llegar a comprender y que, en su afán por todo esto, tan sólo consigue demostrar de tanto en cuándo, su soberana idiotez. Algo así como una vulgar parodia de "Los Cachorros", de Mario Vargas Llosa. Cómo un Pichulita cualquiera.

Y es que ya casi resulta preocupante la obsesión de éste por ser el Pichulita de la vida de esta ciudad, especialmente en lo que a hablar de cachorros se refiere, pues fuera de los límites del mínimo respeto que algunos mostramos, él se dedica a machacar una vez tras otra, dejando de llamar a las cosas por su nombre y apodando a ciertas personas tras el apelativo de ratas o cachorros.

Historia triste la suya, además de aburrida. Grotesca parodia de "Los Cachorros" la que se ha empeñado en escribir con un nuevo Pichulita, él mismo, de protagonista. Tal vez, como en la obra de Vargas Llosa, algún Judas le marcó con su mordisco desde siempre y se ve en la necesidad constante de demostrar algo.

Normalmente, no escribo sobre ni hago referencia a vulgaridades cómo ésta. Pero caramba, aunque sea de forma críptica, yo también tengo derecho a molestarme. Damas y caballeros, salud y discúlpenme por un paréntesis tan pobre cómo el de hoy. Al fin y al cabo, como escribió Margaret Mitchell, "después de todo, mañana será otro día".

Imagen de http://www.mundolatino.org/cultura/vargasllosa/lluviadeformas.jpg