Una de cine (3): Cinema Paradiso

Tarde gris, el viento camina de puntillas sobre las vías; en la plataforma, un viejo ciego abraza a un adolescente mientras le susurra al oído "Este pueblo está maldito. ¡Vete!, vete y no vuelvas nunca. Y si algún día te gana la nostalgia y regresas… No me busques. No toques a mi puerta porque no te abriré. Busca algo que te guste y hazlo, ámalo como amabas de niño la cabina del Cinema Paradiso. Desde hoy, ya no quiero oirte hablar; ahora, quiero oir hablar de ti." Toto, el chico, sube al tren y lanza el último adios a Alfredo, el viejo, su amigo y mentor.

Cinema Paradiso es al cine lo que la nostalgia a nuestras vidas. Una película que conmueve y divierte, pero sobre todo conmueve, hasta el punto de hacer correr varias lágrimas por la mejilla.

Es una historia sobre la inevitable pérdida para la época actual de una serie de vivencias que los espectadores de hoy día ya no comparten con los de antaño. El film se adentra en una de esas salas de pueblo, donde la gente se reunía para asistir boquiabiertos a la proyección de las historias que les hacían soñar y olvidarse de sus preocupaciones. Usando el propio cine como hilo conductor de la historia, veremos crecer a un niño, surgirá el amor, habrá momento para la tragedia y por supuesto, para el recuerdo.

Ennio Morriconne compone una de sus mejores bandas sonoras, con un toque nostálgico que nos hace suspirar en más de una ocasión, pensando en nuestra infancia y haciendo que recordemos aquella frase: "Cualquier tiempo pasado fué mejor".

Al verla, nos vendrán a la cabeza imágenes y recuerdos imborrables: los juegos de la infancia, el primer amor, la pérdida de un ser querido y el día en que empezamos a darnos cuenta de que ya no somos unos niños. La última escena es una de las más conmovedoras que he visto en una pantalla.

Creo que de muy pocas películas puede decirse que gustan a todo el mundo. Ésta, sin duda, es una de ellas.

Imagen extraída de http://adorocinema.cidadeinternet.com.br/