jueves, mayo 04, 2006

Una de Cine (5): La Noche del Cazador

Charles Laughton tan sólo rodó una película como director, pero desde luego creó una obra maestra, una verdadera fábula sobre la psicosis y la fe, apabullantemente siniestra y sin embargo profundamente humana.
Toda la película está tocada por un aire mágico, como de cuento y de hecho está narrada desde el punto de vista de unos niñós, aunque en el guión se entremezclan todas las complejidades de un mundo adulto.
Después de cometer un atraco y antes de ser detenido, un padre confía el botín a sus dos hijos pequeños. Mientras espera su ejecución, comparte celda con el predicador Harry Powell (Robert Mitchum), que descubre el secreto de su compañero. A partir de ese momento, el predicador da comienzo a una sobrecogedora y terrorífica persecución en pos de los niños y el paradero del dinero. En el camino de su cruzada, Powell cortejará a la madre de los niños, engañándola y finalmente asesinándola, para después seguir los pasos de los niños tras la huida de éstos.
La huida nocturna río abajo es una secuencia mágica, con primeros planos de la extraña flora y fauna de los pantanos. Es la pura expresión de un cuento de hadas perverso, dónde lo maligno acecha tras cada esquina en forma del malvado Powell.
El personaje de Powell se convierte así en uno de los más siniestros personajes de la historia del cine, abanderado del mal y del odio bajo la falsa representación del amor y del bien. El propio predicador lleva tatuadas en sus manos las palabras "amor" y "odio", metáfora de un mundo de personajes encerrados en la miseria y la más pura hipocresía. La mirada cínica de Mitchum transmite a la perfección la frialdad existente en la mente de este asesino sexualmente obsesionado con el dinero que cree que necesita para financiar su cruzada sangrienta. Sin duda, uno de los personajes más impresionantes y fascinantes de la historia del cine.
Una película que hoy, con 50 años a sus espaldas nos sigue transmitiendo la sensación de haber exorcizado musicalmente la oscuridad del falso predicador gracias a un final digno de un cuento para adultos. Imprescindible.

2 Comments:

Blogger . said...

Una de las mejores películas que he visto, cabe destacar especialmente su fotografía y la genial interpretación de Robert Mitchum. Como curiosidad destacar que es la película favorita de Àlex Gorina.

3:20 a. m., mayo 06, 2006  
Blogger Javi said...

Miguel Ángel,

yo me quedo sobretodo con la interpretación de Robert Mitchum y su capacidad para "llenar" la pantalla en cada una de sus apariciones.

Gracias por participar en el blog, un saludo.

12:39 p. m., mayo 06, 2006  

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