jueves, agosto 10, 2006

Finalmente... Vacaciones

Por fin, después de un año largo como una película de romanos, mañana llega el último día de trabajo y comienzan los días de vacaciones que, aunque no seran muchos, buena falta hacen. Este año se plantean unas vacaciones de forma algo diferente a las anteriores, aunque pensándolo fríamente, el año pasado no tuve días de descanso durante el verano y precisamente el mes de Agosto fue especialmente duro.
A las vacaciones no le pido demasiado, tan sólo que sean tranquilas y pueda descansar de verdad, que me permitan hacer cosas por el simple placer de hacerlas, que se cumplan algunos de los deseos que tengo guardados en el cajón, que tengan ritmo, que pueda estar en buena compañía y a veces en alguna no tan buena, que el sol no golpee muy fuerte y el viento levante lo que no está escrito, que (cómo dice Sabina) el fin del mundo me pille bailando y al día siguiente nadie me tenga que salir a buscar, que quién (o la que) me quiera buscar me sepa encontrar, que el equipaje no lastre mis alas y el calendario no venga con prisas, y que gane el quiero la guerra del puedo, que nunca sepas ni cómo ni cuándo, ni ciento volando, ni ayer, ni mañana.
Y también que cada cena sea la última cena y no se tenga que comprar por menos de nada, que no me vendan amor sin espinas y no me duerman con cuentos de hadas, que no me cierren el bar de la esquina y continúe en su sitio mi dulce vecina.
En fin, finalmente... vacaciones.