¿Imaginación?

Intenten imaginarse a Capello diciendo que el equipo de futbol que él dirige es demasiado defensivo, o hagan el esfuerzo de imaginar a Cruyff diciendo que un equipo marca demasiados goles y juega demasiado al espectáculo. ¿Complicado? ¿Imposible? Tal vez, pero después de escuchar a Manuel Fraga manifestando que le parece que el Partido Popular se ha situado demasiado a la derecha, soy capaz de imaginarme casi cualquier cosa.

No en vano estas palabras puestas en boca de un ex-ministro franquista avisan de lo que muchos ya nos dimos cuenta hace tiempo, que este PP ya no es un partido de centro-derecha, casi ni siquiera de derecha. Este PP, el que se presenta a las elecciones el próximo 9 de marzo, es un partido de ultraderecha dispuesto a retrodecer en muchos de los avances sociales que se han ido consiguiendo con el paso de los años.

Porque si este PP llegase a gobernar, seguramente acabarían en el cubo de la basura (o vaya usted a saber dónde) reformas tales como las que permiten el matrimonio entre homosexuales, el derecho al aborto, el Estatut aprovado en referéndum por los catalanes y catalanas, el incremento de las inversiones en Cataluña o la renta básica de emancipación para jóvenes, por poner algunos ejemplos.

¿Imaginaciones mías? por desgracia no. Por desgracia la realidad se nos plantea así: convertir a Rajoy en presidente del gobierno supone retroceder, en cambio confiar en Zapatero supone seguir avanzando por un camino que nadie dijo que iba a ser fácil. Y seguro que no lo será.