Evo
Se dice que en Oruro, localidad natal de Evo Morales, las madres están llamando Evo a sus pequeños y los jóvenes se dejan crecer el pelo en forma de casco. Es la ilusión de un pueblo, el boliviano que ha aupado a la presidencia de su país a Evo Morales, de 46 años.
La irrupción de Evo en el panorama internacional no deja indiferente a nadie. Por primera vez, un indígena asume la presidencia del país más pobre de América del Sur. Pobre sí, pero rico en recursos naturales, hidrocarburos. Dice Evo en su campaña electoral que si los beneficios de la explotación del gas repercutieran en la gente de Bolivia, en el país se podría vivir tan bien como en Suiza.
Los expertos mirán hacia Bolivia con expectación ante las decisiones que tome Evo a partir del próximo 22 de enero, en que será investido presidente. Hoy, en una entrevista en el País, hace un avance: "Hay que revisar los contratos de las petroleras. Son nulos e ilegales".
Pero, en definitiva, todo eso es adelantar acontecimientos sobre las decisiones que tome cuando se encuentre al frente del gobierno. Yo, por encima de todo eso, destacaría la capacidad de Evo de crear ilusión y esperanza entre los suyos. De hecho, la suya ha sido la victora electoral más amplia en la historia del país, y contrariamente a lo que se pudiera pensar, no sólo los campesinos e indígenas han depositado su confianza en él. También mucha gente de las ciudades y de los sectores más favorecidos parece que confían en él.
Precisamente, y teniendo en cuenta que no se encontrará con una oposición preparada para hacerle frente, creo que ese enorme apoyo popular será el que más presione a Evo, especialmente para no morir de éxito. Los sectores más radicales de entre los suyos, ya le han dado un ultimátum de 3 meses para cumplir su programa electoral. Ni siquiera va a tener los 100 días de beneplácito que se acostumbran a conceder a un nuevo gobierno.
Ahí se encuentra el gran reto de Evo. Ser capaz de sacar adelante las reformas necesarias para sacar a su país del pozo, impulsar las medidas sociales y lograr que la economía boliviana salga adelante. Todo ello sin ser devorado por la gran ola del pueblo que le ha llevado a la presidencia de su país.
4 Comments:
Claro, es que 3 meses son mucho menos que 100 días, ¿no?
Se trata de que normalmente a un gobierno entrante se le conceden unos 100 días de beneplácito para ponerse en marcha y comenzar a funcionar para poder aplicar las políticas que el ejecutivo considere conveniente.
En cambio a Evo se le exige que en 3 meses su gobierno haya llevado a cabo las principales reformas que exigen los sectores más radicales del país. Es decir, no se trata de comenzar a funcionar, se trata de en 3 meses haber cumplido lo que has prometido para un período de 4 años (todo el mandato electoral).
Comprendes la diferencia?
Fent aquest blog en castellà, no et deus sentir gaire com l´EVO Morales no?
Ell és un idigena al qual els castellans van donar pel sac fot uns segles.
Tinguent en comte que has nascut a Catalunya, no entenc el teu discurs incoherent, si ni tant sols t´has atrevit a usar el català amb normalitat.
Ei!!! fes el que vulguis e....
Però no deixa de ser una mica incoherent per la teva part, això s en diu globalització de la llengua i girar l´esquena davant de un principi de genocidi cultural i linguistic.
Ojala que Zapatero tingues un 10% de la valentia d´Evo, canviarien moltes coses.
Apa salut i revolució
Gil,
echale un buen vistazo al blog, y verás que prácticamente he hecho tantos posts en castellano como en catalán. Y sabes porqué?
Sencillamente porque me siento tan cómodo hablando y escribiendo en un idioma como en el otro. Creo que tú, a pesar de vivir en una sociedad bilingue, no puedes decir lo mismo.
Salud.
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