King, Sevilla y Montilla

El 28 de Agosto de 1963, un Premio Nobel de la Paz pronunció unas palabras:

Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad. ¡Hoy tengo un sueño!

El espíritu de aquellas palabras hacía referencia a la justicia social y a la igualdad de derechos de los afroamericanos. En esencia, la lucha de aquél hombre era fundamentalmente en favor de la igualdad. De todas las igualdades. El espíritu de aquella causa sigue vigente, pues aún hoy vivimos en una sociedad en la que continúan existiendo injusticias y desigualdades.

Hoy, yo también tengo un sueño.

Sueño que algún día viviré en una nación en la cual las personas no serán juzgadas por sus orígenes ni por su procedencia, sino por los rasgos de su personalidad y por su labor en la sociedad.

No nos equivoquemos, la sociedad catalana de hoy no es la sociedad norteamericana de 1963. Pero alguna clase de desigualdad debe existir en la conciencia de alguien, para que el ministro Jordi Sevilla haga ciertas reflexiones sobre la procedencia del ministro Montilla.

Montilla es un catalán de Córdoba. ¿Acaso no es tan catalán como cualquier otro? Para mi desde luego sí. Y con eso es suficiente.

Miguel Guillén y Victor Francos también hablan del tema en sus respectivos blogs.