Noche de Gracia
19:00 - Encuentro del grupo de amigos en un frankfurt de Mataró. Se ultiman los detalles de la noche que se avecina. Uno no lo acaba de ver claro y otro no se muestra totalmente convencido.
19:12 - Se montan en el coche y se dirigen al barrio de St. Miquel del Cros (Argentona).
19:35 - Se dirigen a la casa de uno de ellos para regar las plantas. Mientras esperan, toman un café.
19:45 - Toman rumbo a la estación de Mataró y por el camino recojen al quinto miembro de la banda.
20:15 - Suben en un tren rumbo a Barcelona. Durante el viaje, conversan animadamente, sin embargo, algunos de ellos siguen albergando dudas sobre el plan previsto. Ahora ya no hay vuelta atrás.
21:05 - Llegada a Plaça Catalunya. Miran el horario del primer tren y salen a la superfície para entrar en el Corte Inglés. Poco después incian un tranquilo paseo andando en dirección a Gràcia. Alguno parece descubrir lo largo que es el Passeig de Gràcia. Las vistas de la Casa Batlló y de La Pedrera amenizan el recorrido.
21:45 - Se introducen en las callejuelas del barrio de Gràcia en pos de un lugar para poder cenar. El hambre aprieta, sobretodo a dos de nuestros chicos.
21:53 - Llegan a una agradable terraza en medio de una calle. Deciden sentarse. La camarera (con quién uno de ellos tontea un poco, para variar) les toma nota y al cabo de un largo rato de espera, empiezan a cenar.
23:05 - Terminan de cenar y deciden conocer un poco la zona dónde se encuentran. Pasean observando los alrrededores y se detienen en un parque, dónde se disponen a hacer un alto.
23:35 - La estancia en el parque se prolonga y se prolonga. A dos de nuestros protagonistas la cena no les ha sentado del todo bien. Mientras pasan el tiempo sentados en un banco (con un poco de música de fondo), algunos bromean mientras observan a un hombre que lee periódicos en el banco contiguo.
23:42 - Aparece en escena un grupo de chicos de 15 años junto a un hombre de 30 y tantos, que hace las veces de extraño líder grupal. El tipo lleva una camiseta con una bandera preconstitucional con su águila y una inscripción en la parte posterior que reza: "Los legionarios no mueren, se reagrupan en el infierno".
00:01 - Cuándo los que se encontraban un poco indigestos dan señales de recuperación, el grupo decide trasladarse a otro lugar. Comienza la búsqueda de un escenario dónde suenen canciones de ska. La búsqueda se prolongara durante prácticamente las siguientes dos horas con resultado infructuoso.
00:35 - Uno de ellos decide hacer un alto para comprar un par de puros en un restaurante de la zona. Alguien empieza a sospechar que el concierto que buscan en realidad no existe.
01:20 - Llegan a la Plaça del Diamant y se encuentran inesperadamente con un amigo de Mataró que también se ha dejado caer por la zona. Charlan un buen rato y echan unas risas. Al rato se despiden para continuar con el camino (que no se sabe muy bien adónde conduce).
02:05 - A estas alturas, por lo menos dos de los cinco integrantes del grupo se arrepiente de haber ido a las dichosas fiestas de Gràcia. Atrapados en Barcelona hasta las 6:15, se escucha la consigna: "Viva el Clap".
02:30 - Cansado de pasar varias veces por el mismo lugar (a aquellas horas ése barrio es un laberinto), uno de los cinco decide caminar hacia otra zona de Gràcia. No hay objeciones.
02:43 - Encuentran una calle animada y deciden quedarse por allí. Cuatro de ellos bailan un rato al son de Muchachito Bombo Infierno.
03:05 - Ante el repentino desfallecimiento de la fiesta en la calle anterior, se ponen a buscar más escenarios. Por desgracia para ellos, las calles se están vaciando de gente y empiezan a desmontar los escenarios.
03:20 - Mientras hacen cola para el lavabo, conocen a un grupo de californianas que se ponen un poco chulas. Las barreras idiomáticas no suponen un problema: ellas conocen el castellano. En la cola del lavabo se dan cita personajes extraños y variopintos: mujeres con muñecos de spiderman, tipos con camisas de transformer o las propias californianas.
03:40 - Deciden cojer un metro que los lleve hasta Plaça Catalunya. A estas alturas los planes a seguir no están demasiado claros, cosa que seguramente se convertirá en un problema durante el resto de la noche y será determinante en el desarrollo de los acontecimientos a partir de este punto.
03:50 - Con la excusa de buscar un lugar para tomar un café (hay que matar el tiempo), empiezan a bajar las ramblas. Aquí los tipos extraños ya son norma. Entran en escena los vendedores de cerveza ambulantes y durante la siguiente hora, los chicos se encontrarán con unos 30 de ellos. No comprarán ninguna cerveza.
04:10 - Durante el recorrido por las ramblas, aparecen 3 extranjeras corriendo y se ponen a gritar (más bien berrear) a nuestros chicos, intentando asustarlos. Durante un buen rato los gritos y las carreras se suceden sin tregua. La noche ya parece carecer de sentido alguno. Tres de nuestros protagonistas están literalmente hasta las narices de todo aquello y desean volver a Plaza Catalunya.
04:27 - El grupo pasa junto a Colón y empiezan a subir las ramblas. Afortunadamente, el recorrido en sentido ascendente no tiene mayor incidencia y se produce de forma tranquila. Aquello está plagado de extranjeros ebrios. Muy bonito, vaya.
04:50 - Ya en Plaza Catalunya, consultan los horarios de paso del Nit Bus pero por desgracia para ellos, el último salía a las 04:10, precisamente la hora a la que estaban perdiendo el tiempo por las ramblas. Les toca esperar hasta el primer tren.
05:05 - Se introducen en la estación subterránea de la plaza y deciden sacar algo de las máquinas expendedoras. Conocen a un inmigrante al que invitan a comer unas patatas. También le echan una mano a un pakistaní que se dirige a Vilafranca y que no sabe bien que tren debe cojer.
05:45 - La espera se va haciendo más y más dura. El factor sueño empieza a hacer mella en alguno de los muchachos.
06:00 - Adquieren un periódico y lo leen mientras llega el tren.
06:17 - Llega el tren y toman asiento. Todos echan cabezadas y mientras viajan junto a la costa, contemplan el amanecer.
06:55 - Llegada a Mataró. Por suerte, tienen el coche aparcado junto a la estación ya que, si tuvieran que subir caminando hasta sus casas, más de uno lo tendría difícil para conseguir llegar.
07:30 - Entrada en casa. Seguramente, éste es el mejor momento de la noche (aunque ya ha salido el sol). Mientras uno se acomoda en la cama con el único deseo de dormir y descansar, se forma la certeza de que si se puede evitar, nunca volverá a pisar las fiestas de Gràcia. Con una vez, es más que suficiente.
Imagen de http://www.festamajordegracia.org/
2 Comments:
Sois unos pringaillos, si me hubieras preguntado te hubiese dado información, planos, consejos... que para algo vivo con una 'gracienca' y he vivido dos años en Gràcia, neng!!! El año que viene montamos una salida, ¿vale? Er krako.
Bueno, bueno, aunque al salir el sol hice el juramento de no volver a pasar una noche en las calles de ése barrio... si es bien aconsejado acepto de buen grado.
Venga, nos vemos.
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